Calamares rellenos de gambas y bechamel

Receta ↓ Ángela Solar

¡Prepárate para disfrutar de nuestra exquisita receta de calamares rellenos de gambas y bechamel! Esta deliciosa combinación de sabores marinos te dejará sin palabras. Perfecta para impresionar a tus invitados en una cena especial, esta receta es una verdadera joya culinaria.

Los imprescindibles para tus calamares

¡Manos a la obra! Para que tus calamares rellenos de gambas y bechamel queden de rechupete, necesitarás estos ingredientes:

• Calamares – Nada como unos calamares frescos y jugosos, de esos que al verlos en la pescadería no puedes resistirte. Busca unos de tamaño mediano, que te permitan rellenarlos sin que se rompan en el intento.
• Gambas – Aquí no hay medias tintas, elige gambas crudas y peladas para que el sabor sea intenso y puro. Si encuentras gambas frescas, no dudes en aprovecharlas. Sin embargo, unas congeladas también pueden ser una opción para salvar la cena.
• Bechamel – Para conseguir esa cremosidad que nos hace suspirar, necesitas mantequilla, harina y leche. Un truquito: saca la leche un rato antes del frigo para que se integre mejor y te quede una salsa sin un solo grumo.
• Condimentos – La sal, la pimienta y una pizca de nuez moscada son el trío perfecto para darle ese punto gourmet a tu plato. ¡No te pases con la nuez moscada, que tiene su aquel!

Preparación del relleno: ¡El corazón de nuestra receta!

Ahora vamos a sumergirnos en el corazón de nuestra receta: el relleno de gambas. ¡Te aseguro que el resultado final merecerá la pena!

Lo primero que debes hacer es limpiar y cocer las gambas. Recuerdo cuando mi abuela me enseñó a hacerlo por primera vez, ¡fue todo un desafío! Pero con un poco de práctica, te aseguro que te resultará más sencillo de lo que piensas.

Una vez cocidas, pica finamente junto con los demás ingredientes para crear una mezcla sabrosa y homogénea. No te preocupes si no tienes todos los ingredientes exactos, ¡la cocina es un arte en el que se puede improvisar!

Una vez tengas el relleno listo, ¡estarás listo para darle vida a nuestros calamares rellenos de gambas y bechamel!

Preparación de la bechamel: ¡el toque mágico de nuestra receta!

Siempre he pensado que la bechamel es la salsa madre de la cocina. Recuerdo cuando mi abuela me enseñó a prepararla por primera vez, ¡fue todo un descubrimiento!

Ahora te toca a ti descubrir su magia. Para empezar, vamos a derretir un poco de mantequilla en una sartén y sofreír la harina hasta que tome un ligero color tostado.

Una vez listo, es hora de añadir la leche poco a poco, removiendo constantemente para evitar que se formen grumos. Aquí tienes un tip: calienta la leche antes de añadirla, ¡te aseguro que te quedará una bechamel suave y cremosa!

Por último, no te olvides de condimentarla con sal, pimienta y una pizca de nuez moscada para darle ese toque especial. ¡Y ya está! La bechamel perfecta para nuestros calamares rellenos de ellas y de bechamel.

¡Manos a la obra! Ahora vamos a aprender cómo rellenar y cocer esos calamares para crear una delicia marina. Recuerdo mi primera vez cocinando calamares, ¡qué desastre! Pero no te preocupes, con estos sencillos pasos y mis consejos, ¡triunfarás en tu cocina!

1. Rellenar los calamares con la mezcla de gambas que hemos preparado con tanto cariño. ¡No te olvides de dejar un poco de espacio en la punta para cerrarlos bien!
2. Cerrar los calamares con cuidado, utilizando palillos o hilo para asegurarlos. Luego, cocinarlos en una sartén con un poco de aceite, o si lo prefieres, en el horno a 180°C durante unos 15-20 minutos.

¡Llegó la hora de darle el toque final a nuestros rellenos de gambas y bechamel! Una vez que tengas la bechamel lista, nápalos generosamente y gratina al gusto. Recuerdo cuando preparé esta receta por primera vez, no podía creer lo delicioso que era el contraste entre la bechamel cremosa y el crujiente gratinado.

Para decorar, no te olvides de espolvorear un poco de perejil fresco por encima. ¡Queda perfecto! Y si quieres darle un toque extra, puedes añadir unas rodajas de limón para realzar los sabores marinos.

Por último, ¡sirve y disfruta! Esta receta es ideal para impresionar a tus invitados en una cena especial. Y si te sobra bechamel, no te preocupes, ¡se puede conservar en la nevera durante unos días!